Un plan de continuidad de negocio (BCP, por sus siglas en inglés Business Continuity Plan) es un conjunto de procesos que permiten identificar y evaluar riesgos potenciales en la empresa y así tener un plan de prevención y recuperación ante presencia de estas amenazas.
Un BCP debe tomar en cuenta puntos importantes como:
- Determinación del impacto de los riesgos
- Implementación de procedimientos para mitigar los riesgos.
- Procesos de prueba
- Actualización
Para poder cumplir con los puntos anteriores es importante considerar que un BCP está compuesto por dos tipos de análisis previos de suma importancia, estos son:
- Business Impact Analysis (BIA). Dentro del BIA se establecen los escenarios de ocurrencia de siniestros y se describe la forma en la cual se verá afectada la actividad de la empresa, identifica los sistemas afectados y cuantifica económicamente el impacto.
- Disaster Recovery Plan (DRP). Es un plan estructurado que posibilita la recuperación de los sistemas de información de la compañía, a su vez establece procedimientos de respaldo de las operaciones.
Para establecer un adecuado BCP debemos considerar el siguiente diagrama
Ahora podemos observar que el BCP nos permite definir los procedimientos precisos que garantizan la continuidad de las operaciones de la organización, asegurando los respaldos de información y priorizando los recursos con los cuales no puede prescindir la compañía.
El BCP nos ayuda a continuar operando a pesar de las circunstancias negativas que puedan ocurrir en cualquier momento, la siguiente gráfica muestra los escenarios que podrían impactar negativamente, así como el porcentaje de incidencia (Torchio, 2020)
Si cada empresa cuenta con un BCP adecuado, las posibilidades de recuperación ante cualquier crisis son deliberadamente altas, contar con un BCP te permite continuar trabajando a largo plazo.
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