Riesgo tecnológico en una empresa
A lo largo de los años, la tecnología ha ido formando parte de nuestra vida, tanto personal como empresarial gracias a los muchos beneficios que esta ofrece, pero, su uso implica una serie de riesgos tecnológicos que tienen que ser atendidos.
Las empresas afrontan muchos tipos de riesgos tecnológicos, especialmente aquellos que están asociados con los incidentes de seguridad de la información, los ataques cibernéticos, las interrupciones del servicio o el almacenamiento de datos, entre otros.
¿Qué es el riesgo tecnológico?
El riesgo tecnológico tiene su origen en el continuo incremento de herramientas y aplicaciones tecnológicas que no cuentan con una gestión adecuada de seguridad, ya sea por vulnerabilidades en los sistemas, medidas poco eficaces para la protección de la información, cambios constantes en ellos, ataques y por supuesto, el uso incorrecto de la tecnología.
Riesgos tecnológicos más comunes
- La obsolescencia del software: Los sistemas de información se vuelven obsoletos y vulnerables. Es por ello que las empresas deben realizar cambios de versión que puedan asegurar el funcionamiento de estos sistemas, minimizando así el riesgo tecnológico.
- La obsolescencia del hardware: De igual modo que los sistemas cambian con mucha rapidez, también es inevitable que los recursos físicos se vuelvan obsoletos rápidamente, no porque el dispositivo quede en desuso o se deje de fabricar, sino porque la innovación tecnológica obliga a adaptarse a los requerimientos técnicos de los sistemas para su eficaz funcionamiento.
- Copias de seguridad: Cuando las empresas trabajan con sistemas locales, lamentablemente, no todas son conscientes de la importancia que tiene realizar backups de forma frecuente y planificada. Una labor que, sin embargo, se puede evitar cuando se trabaja con sistemas de almacenamiento en la nube, ya que en estos casos las copias de seguridad se realizan de forma automática y programada.
- Infraestructura: Si la compañía decide tener una infraestructura informática propia, es decir, manejar todo el software y hardware donde se recopila, almacena y gestiona la información, debe tener en cuenta que ha de contar con el espacio físico y los recursos humanos técnicos para su adecuado funcionamiento.
- Ciberseguridad: El riesgo a las violaciones de datos y privacidad es uno de los que más preocupan a las empresas en la actualidad, ya que cada año los ciberataques aumentan considerablemente, lo que supone pérdidas millonarias para las organizaciones.
- Resiliencia tecnológica: La tecnología cambia a pasos agigantados y las empresas se encuentran ante un reto continuo para adaptarse a los cambios, seguir siendo competitivas y mantener el equilibrio entre la tecnología y la sostenibilidad. Las compañías que no estén dispuestas a transformarse, sin duda, dejarán de ser competitivas en el mercado a medio o largo plazo.
Cómo minimizar los riesgos tecnológicos
Una forma eficaz de protegerse frente algún riesgo tecnológico es desarrollar un plan integral de gestión de riesgos. Se trata de un conjunto de políticas y prácticas que se aplican a nivel estructural, tanto sobre los datos como sobre los dispositivos de una organización.
Es responsabilidad de los equipos de administración de riesgos definir el plan de riesgos tecnológicos identificando y analizando a qué retos y amenazas se enfrenta la empresa, gestionando de forma proactiva estos riesgos mediante la implementación de estrategias y creando acciones de contingencia.
- Los riesgos tecnológicos clave y su posible impacto. Tu empresa debe identificar las áreas clave de preocupación y medir la probabilidad de un fallo y el impacto que tendría en sus actividades. Para ayudar en este proceso, muchas organizaciones contratan a especialistas en TI.
- Las amenazas a la seguridad. Esto puede incluir tanto amenazas externas (como el delito o el terrorismo cibernéticos), como amenazas internas (por ejemplo, la distribución de información restringida o los ataques a los sistemas y controles de acceso a la información).
- El riesgo tecnológico de fallos en el hardware y el software. La organización debe considerar lo que implica el riesgo de fallo de hardware y/o de software para sí misma y para las operaciones en general.
- La subcontratación tecnológica. Es muy común que las compañías contraten a una empresa externa para que se encargue del desarrollo y el mantenimiento de sistemas, la administración de redes, los servicios de recuperación ante desastres y la computación en la nube, por lo que es fundamental elegir a los proveedores con cuidado, estudiando su viabilidad, capacidad, fiabilidad, historial y posición financiera.
Cómo realizar una evaluación de riesgos tecnológicos
Antes de comenzar una implementación de diferentes sistemas que ayuden a mitigar los riesgos tecnológicos en tu empresa, te aconsejamos que realices un análisis de la situación actual basándote en lo siguiente:
- Realiza una lista completa de las aplicaciones y sistemas que utiliza
- Evalúa las versiones de software que están en uso e identifica la fecha de su última actualización
- Determina los servidores y centros de datos
- Analiza el vínculo entre el software y los servidores
- Identifica qué sistemas de seguridad están en marcha
- Examina cómo está afectando la tecnología al negocio
Es conveniente tener en mente que para la mayoría de las empresas es más fácil introducir nuevas tecnologías que retirarlas. El costo de ejecutar tecnología sin soporte puede ser alto y los costos de las interrupciones de TI y las violaciones de datos ascienden a millones.
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