De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (CONDUSEF), la Inclusión Financiera se refiere al acceso que las personas pueden tener al sistema financiero formal, así como al uso apropiado de productos y servicios financieros, tales como el ahorro, el crédito, los seguros , las inversiones y las cuentas de ahorro para el retiro, entre muchos otros.
Este concepto difiere del de Educación Financiera. Ésta se entiende como el conjunto de acciones necesarias para que la población adquiera aptitudes y habilidades que le permitan administrar sus finanzas personales.
La educación financiera pretende el óptimo uso de los productos y servicios que ofrece el sistema financiero en beneficio de intereses personales, familiares, laborales y personales. La inclusión financiera persigue una menor pobreza y desigualdad y un mayor crecimiento económico.
En ese sentido, la inclusión financiera propicia un mejor manejo de las finanzas personales para una más pronta recuperación ante situaciones de inestabilidad económica, así como la inclusión social de todos los agentes económicos.
¿Cuándo alguien es financieramente incluido?
Cuando las personas tienen acceso a un servicio financiero formal, sobre todo de instituciones reguladas, así como la oportunidad de adquirir la habilidad de seleccionar los productos y servicios que más le convengan, se dice que están financieramente incluidas.
¿Qué beneficios tiene la inclusión financiera?
Cuando las personas tienen acceso al Sistema Financiero tienen mayores oportunidades de elegir qué favorece su desarrollo. Como invertir en su educación, en un negocio, en un bien raíz, en su salud o en ahorrar para su retiro. Así, la inclusión financiera es un grandioso mecanismo para incrementar el bienestar de la población, al permitir desplazar los flujos de ingreso y consumo por medio del ahorro y el crédito, así como la acumulación de activos y la creación de un fondo para la cesantía. Un ejemplo es el acceso al crédito, que, por ejemplo;
- Permite a individuos y hogares adquirir patrimonio, bienes duraderos, iniciar emprendimientos o, de alguna manera, generar nuevos ingresos que brinden protección ante emergencias o imprevistos.
- Es un medio para que las empresas crezcan a través de inversiones en maquinaria, inventario, mejora regulatoria u otros beneficios.
¿Qué pasa con las personas financieramente no incluidas?
Las personas que no tienen acceso al mercado financiero formal son más vulnerables ante situaciones de crisis o emergencia, como la reciente pandemia por Covid 19 o la actual crisis inflacionaria global. Por ello es imprescindible que la inclusión financiera sea de interés para todos los agentes que se desempeñan en el sector financiero. No obstante, para lograr mitigar la exclusión financiera, es necesario que sociedad, gobierno y privados se den a la tarea de proporcionar las bases de la educación financiera para que la población busque y utilice adecuadamente los productos y servicios más convenientes.
Desde esa perspectiva, en México la política nacional de inclusión tiene los siguientes pilares;
- El acceso al sistema financiero;
- El uso de productos y servicios financieros;
- La educación financiera;
- La protección al usuario de servicios financieros.
Como se mencionó anteriormente, la educación es un elemento diferencial para la inclusión financiera. En la actualidad se sabe que la educación financiera no tiene cabida en los programas universitarios y materias especializadas en posgrados o alta dirección, incluso ni siquiera en algunos programas de educación básica. Sin embargo, este tema ha cobrado un interés significativo recientemente porque se ha demostrado que el estado de las finanzas personales es capaz de afectar al sistema económico.
¿Qué implicaciones tiene la educación financiera?
Su finalidad es la toma de decisiones informada con respecto a productos y servicios que ofrecen las entidades financieras para elevar los niveles de vida. En ese orden de ideas, el buen manejo de las finanzas individuales desencadena efectos positivos como;
- Promover la cultura del ahorro;
- Generar conciencia sobre cuándo y cómo es conveniente endeudarse;
- Comparar productos financieros;
- Otorgar protección a los consumidores que, al estar informados, demandan mayor transparencia en los servicios financieros.
Como se puede notar, la inclusión financiera y la educación financiera se encuentran fuertemente correlacionadas, y ambas son un fuerte incentivo al proceso de incorporación de grupos de escasos recursos del sector informal de la economía al sistema financiero, que comúnmente han sido desatendidos por la banca comercial. A este proceso se le conoce como bancarización.
¿Cómo se mide la inclusión financiera?
Como potencial reductora de la pobreza e impulsora del progreso socioeconómico, la inclusión financiera debe acompañarse de una regulación adecuada, una estrategia que facilite las herramientas necesarias para que las personas tomen decisiones informadas sobre sus recursos financieros, y una métrica evaluadora que guíe su propósito.
Por ello, desde 2012, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) realizan la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), con una periodicidad de tres años. Este instrumento estadístico permite recabar datos acerca del acceso y uso de los productos y servicios financieros, a la educación financiera, así como de la protección al usuario.
¿Cuál es la situación actual en México?
De acuerdo con el cuarto Reporte Trimestral de Inclusión Financiera 2020 de la CNBV, en México;
- El 77.6% de los municipios cuentan con al menos un punto de acceso a la infraestructura del Sistema Financiero;
- El 47.1% de la población adulta tiene por lo menos un producto de depósito o ahorro;
- El 31.1% de la población adulta tiene contratado al menos un crédito formal;
- Existen 59,415 Cajeros Automáticos en todo el territorio nacional;
- El número de sucursales bancarias cerradas temporalmente por la contingencia sanitaria es de 597;
- Del total de cuentas de captación de la banca, 49.36% corresponde a contratos de mujeres mientras que el 50.64% a hombres.
¿Cuál es el papel de la inclusión financiera en los jóvenes?
Es importante que la juventud tenga fácil acceso a los conocimientos y herramientas que les permitan aprovechar al máximo los recursos económicos a lo largo de su vida. Bajo esta perspectiva, la administración de las finanzas personales de quienes son el futuro del país y del mundo, es decisiva. En ese sentido, tanto jóvenes como adultos deben saber que el primer paso para administrar eficientemente las finanzas personales o familiares, es la elaboración de un presupuesto que contemple los ingresos y egresos en un periodo determinado. Sobre todo, porque según con datos de la ENIF de 2018, el 65% de la población no elabora un presupuesto ni un registro de sus ingresos y gastos. Preocupante ¿no?
¿Qué se debe hacer para gestionar correctamente las finanzas personales?
Recientemente la CONDUSEF publicó una serie de consejos para fomentar una mayor cultura financiera entre la población joven, tales como;
- No gastar lo que no se tiene, de hecho, es preferible ahorrar mensualmente el 10% de los ingresos obtenidos.
- Elaborar un presupuesto para detectar gastos innecesarios que representan fugas de dinero y deben eliminarse.
- Aprovechar oportunidades de ahorro. Éstas van desde apagar las luces que no se ocupan, hasta preparar tu propio almuerzo en vez de desembolsar sumas mayores en restaurantes.
- Generar ingresos extra. Obtener un segundo ingreso catalizará todas las acciones de responsabilidad financiera que se puedan seguir.
- Evitar muchos créditos. Los créditos son un arma de doble filo, por ello deben saberse aprovechar positivamente. Los créditos no son medios para conseguir lo que no se necesita, sino un instrumento para mejorar la eficiencia del gasto.
- Aprovechar las estrategias de educación financiera que las instituciones de la materia ponen a disposición de la población. Una de ella es la Semana Nacional de Educación Financiera que, año con año, en el mes de octubre, acerca a los agentes a conceptos como presupuesto, ahorro, inversión, seguro y retiro.
Referencias
- CNBV. (2021) Cuarto Informe Trimestral de Inclusión Financiera en México. Obtenido de Reportes y Estudios.
- CONDUSEF. (2019) Tema II. La Inclusión Financiera. Obtenido del material de estudio del Diplomado en Educación Financiera.
- Reyna, A. (24 de agosto de 2020) Los jóvenes y la educación financiera en México. Obtenido de BBVA México.
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